jueves, 6 de diciembre de 2012

Exposición Cartas a un joven profesor - P. Meirieu

Al grupo le tocó exponer el capítulo V del libro: "En el centro de nuestra profesión: la exigencia"

Elegimos presentarlo a través del radio-teatro. Aquí les mostramos el guión y el momento previo a la puesta en escena!




GUIÓN DE RADIOTEATRO
PRAXIS IV

Locutora: Buenas tardes, hoy nos volvemos a encontrar  en la 108.3 con una nueva emisión del “Rincón Educativo”. Hoy en nuestro tradicional espacio de radio teatro presentamos un nuevo capítulo que se titula: En el centro de nuestra profesión: la exigencia.
Quiero agradecer, a  los que nos escriben a nuestro mail desde todos los puntos del país, y nos felicitan por  las  historias que todas las tardes compartimos con uds.
El capítulo de hoy, nos cuenta la historia de tres profesores que a partir de un problema concreto, debaten las posibles alternativas de solución. La escena trascurre en la sala de profesores de la Escuela N° 10 René Favaloro donde entra el profesor Armando, ofuscado y gritando:

Profesor Armando: ¡Yo no voy a hacer el trabajo que me pidió el director! Se cree que porque soy profesor de biología, la tarea me corresponde solamente a mí. Menos, para representar a toda la escuela, y encima con el grupo desastroso que tengo.

Profesora Marta: Pero Armando, tranquilizate!! Mirale el lado positivo, es una buena oportunidad para abordar la hermosa tarea de un trabajo grupal. Además, pensá que son jóvenes que tienen gran potencial creativo y una vitalidad envidiable. Me encantaría volver a tener esa edad!!

Profesor Armando: ¿Dónde está lo positivo? Si cuando les conté a los chicos, me dijeron que no van a realizar ningún trabajo que les demande horas fuera de clase. Aparte, es un tema que no los implica, no les interesa, tienen la cabeza puesta en otra cosa.

Profesora Silvia: Pero… ¿cuál es el tema del proyecto?

Profesor Armando: El tema Silvia, es el impacto de la contaminación sonora en nuestra comunidad. Imaginate, una paradoja! pedirles a los chicos que bajen el volumen.

Profesora Marta: Es un tema bellísimo… ¿por qué tiene que ser fuera del horario de clase si podés utilizar tus horas?

Profesor Armando: No Marta, mis horas y mi materia son una cuestión importante, no para perder el tiempo en un proyectito de ese tipo. Si tengo que hacer ese trabajo para presentar ante la comunidad, no llego a cumplir con el programa.

Profesora Silvia: Armando, me parece que no debes abordar esta tarea como un castigo y con miedo a las consecuencias, te noto desmotivado y creo que si vos no logras darle sentido a la tarea no se lo vas a poder transmitir a los chicos.
Nuestra función como docentes de jóvenes, consiste en acompañar su evolución, para que poco a poco hallen placer en el trabajo asumido. No se trata de erradicar el principio de placer y de sustituirlo por trabajo forzado. Creo Armando, que un profesor debe conjugar al mismo tiempo la motivación y el trabajo, sin que uno anteceda al otro. Yo entiendo que esta actividad te presenta resistencia, que no es fácil, pero con esfuerzo y compromiso podes obtener logros inimaginables.

Locutora: Mientras Silvia daba su punto de vista sobre el conflicto, Armando, con el ceño fruncido, movía su cabeza no muy de acuerdo con la postura de la profesora. Entonces, Marta agregó…

Profesora Marta: Pero Armando… escuchala a Silvia. Ella, además de tener manejo en dinámicas de grupo, en trabajar a partir del interés de los chicos, también tiene mucha experiencia en la formación de docentes.

Profesora Silvia: Gracias Marta por lo que decís. Además Armando, cualquier actividad humana lleva en sí toda nuestra inteligencia, jamás puede haber un objeto de trabajo que merezca, de entrada, nuestro desprecio. Animate a llevarlo a cabo, las satisfacciones suelen ser gratificantes.

Profesora Marta: Aparte, cuando los chicos vean el trabajo terminado se van a sentir orgullosos de ellos mismos!!

Locutora: Armando escuchaba atentamente las voces de sus colegas y ponía el mayor esfuerzo por encontrarle el lado positivo a la situación en medio de tanto caos. Entonces, se animó a decir:

Profesor Armando: Bueno, ¿podrían ayudarme a buscar una solución? Porque yo soy científico, y a mí este tipo de tareas me cuesta…

Profesora Marta: No te hagas drama, nosotras te vamos a ayudar en todo lo que podamos. ¡Vos tranquilo!

Profesora Silvia: Armando, el primer paso para abordar el proyecto es que investigues qué es lo que verdaderamente les interesa a los chicos, qué los motiva en verdad. Yo, con mis años de experiencia, aprendí que la calidad de la exigencia no es un juicio subjetivo, sino lo que cada cosa por sí misma consigue expresar. La exigencia lo trasciende todo, por lo tanto, hay que ser exigente con uno mismo y con los alumnos también. Ya sea abordando las tareas más extraordinarias, tanto como las tediosas y cotidianas.  No digo que todo vale, digo que la exigencia de calidad es la que distingue lo que vale. Y Armando… lo que vale justamente es que nuestro oficio docente, nos obliga a enseñar.

Locutora: Ésta, como tantas otras conversaciones, se dan a diario en muchas salas de profesores. No obstante a su informalidad, poseen una riqueza inconmensurable debido a la complejidad que la práctica docente conlleva y a las distintas posturas que se toman al interior de ella.

Querida audiencia, hemos llegado al final del programa. Nos volvemos a encontrar la próxima semana, a la misma hora y por esta misma sintonía.
Besitos Cariñosos. 












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